Como el pájaro enjaulado que muere de tristeza,
los sueños, en un cuerpo encerrado, mueren de sufrimiento…
El pájaro ansía la libertad,
el sueño, ser realizado.
«¿Por qué no me dejan salir?», canta el pájaro, ruidoso.
«¿Por qué me retienen aquí?”», susurra el sueño, silencioso.
«¡Deseo volar, surcar el aire, vivir mi libertad!», el pájaro pía.
«¡Deseo inspirar, convertirme en realidad, contar mi verdad!», el sueño grita.
Pero el pájaro canta de alegría, dicen…
Pero el sueño habla de imposibles, dicen…
Y así, escuchamos los cantos ruidosos de pájaros enjaulados,
los llantos silenciosos de sueños ocultados.
«¡No dejaré de cantar hasta que alguien me ayude!»,
insiste el pájaro desde su jaula.
«¡No dejaré de gritar hasta que tú me escuches!»,
insiste el sueño desde tu alma.
Pájaros que vuelan en sueños,
sueños que cantan como pájaros…
Realizar nuestros sueños nos hace libres;
no hacerlo, pájaros tristes.
Si tienes un sueño, escúchalo,
ábrele las puertas de tu corazón,
pues este, más que nada, desea volar,
desea, de veras, TU LIBERTAD.
«Da libertad a tus sueños, solo ellos saben cómo hacerte feliz».
ISLA